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jueves, 25 de noviembre de 2010
NUEVO TRABAJO EN ANDALUCIA
martes, 23 de noviembre de 2010
MUERE MI PADRE
lunes, 22 de noviembre de 2010
POCOS DIAS DESPUES
miércoles, 17 de noviembre de 2010
DEJO EL PUESTO Y ME MARCHO
lunes, 15 de noviembre de 2010
EVOLUCION DE LA COPERATIVA
domingo, 14 de noviembre de 2010
FUNDACION DE LA COOPERATIVA
jueves, 11 de noviembre de 2010
AÑO 1.982
Me salió una obra para hacer en Yeste, provincia de Albacete, en una aldea llamada Jartos, era una obra de más de cien metros cuadrados y con dos plantas de altura, la acepté y la empecé.
Me hospedaba en Yeste, en la fonda Felipe, el dueño de la obra me pagaba la pensión y la comida, y un sueldo convenido entre los dos; los peones los ponía él. La obra la llevaba bien y a buen ritmo, se trabajaba fuerte pero a gusto. Los fines de semana me venía a mi casa, y los lunes temprano salía para estar a la hora de comenzar en el trabajo.
Mientras tanto, en Santomera estábamos haciendo reuniones entre algunos agricultores para formar una cooperativa del limón, para poder exportar al extranjero y cubrir parte del mercado nacional.
Nos reuníamos todos los sábados por la noche cerca de veinte personas, y en los primeros días de Mayo de 1.982 concretamos y aprobamos, por mayoría de trece personas a favor, que se fundara la cooperativa, y que se le pondría el nombre de EL LIMONAR DE SANTOMERA.
Se decidió el puesto de cada uno en la formacion del consejo rector, y a mí me tocó el de interventor de cuentas junto con otro más.
Me eligieron para el puesto de encargado general, el cual acepté con la condición de que mientras no terminara la obra que estaba haciendo en Yeste no empezaría en la cooperativa, y así lo aceptaron.
El día dos de Junio termino la obra de Yeste. El dueño me pagó y cargué toda la herramienta en un vehículo y me la traje para Murcia.
Allí terminaba otra etapa de mi vida, otra vez dejaba la construcción para dedicarme a otro oficio, el cual desconocía totalmente, aunque yo ya estaba acostumbrado a los cambios.
Este iba a ser un cambio muy importante, pues ya no se trataba sólo de mi casa ni de mi familia, se trataba de que se podían incorporar muchos socios a la cooperativa y de que había que emplear a mucha gente a trabajar, se trataba de muchas familias que podían vivir del trabajo que podía dar la cooperativa.
domingo, 31 de octubre de 2010
PRIMERA COMUNION DE MI HIJO
martes, 26 de octubre de 2010
LLEGA POR FIN LA DEMOCRACIA
domingo, 24 de octubre de 2010
NACIMIENTO DE MI HIJA
sábado, 23 de octubre de 2010
EMIGRO A SUIZA
martes, 19 de octubre de 2010
COMPRO COCHE NUEVO
Aquello funcionaba y marchaba bien, íbamos a trabajar en mi coche, pero éste ya estaba viejo y no estaba para darle caña.
Un día de viernes que era fiesta en Murcia, cogimos el coche y nos fuimos a las costas de Orihuela para ver los trabajos que allí se estaban haciendo. En la zona de Torrevieja había muchas obras comenzadas y entramos a preguntar en una de ellas, los trabajadores nos indicaron las oficinas y nos fuimos hacia ellas.
Nos recibió un hombre bien vestido, nos invitó a que nos sentáramos en su oficina, y nos preguntó qué queríamos, nosotros le preguntamos si tenía obras para hacer, y si podíamos contratar alguna, el hombre le dio a la cabeza en positivo y nos dijo "pues viene bien vuestra pregunta porque me acaban de traer unos planos para un grupo de duples".
Se levantó y de una estantería extrajo unos planos y los puso encima de la mesa, los fue enseñando uno a uno; eran sencillos de hacer, hablamos de precios y llegamos a un acuerdo. El aparejador nos dijo que preperaría el contrato y que el próximo lunes podiamos ir a firmarlo. Nos despedimos y nos marchamos.
Por el camino de vuelta, comentábamos la obra y los gastos que conllevaba; había que quedarse a dormir en la zona del trabajo y comer los cinco días de la semana. Teníamos que ir por lo menos cinco a trabajar, y eso suponía un gasto bastante considerable.
Como los tres eramos socios, yo les propuse que, si queríamos ahorrarle gastos a la obra, lo mejor que podíamos hacer era comprar un coche nuevo y así podemos venir todos los días y volver a dormir a nuestras casas.
Dicho y hecho, al día siguiente, sábado, nos fuimos a Murcia a ver coches, entramos a un concesionario de la casa Simca, y allí mismo se compró un Simca 1200 color oro, como entrada entregué el coche viejo valorado en 35.000 pesetas, pues el resto hasta las 175.000 pesetas en letras a dos años más los intereses.
El lunes siguiente no trabajamos y nos vamos los tres en el coche nuevo a firmar el contrato de la obra que íbamos a hacer en la costa.
En la puerta de la oficina había un cartel colgado; nos paramos a leerlo y nos miramos unos a otros sin decir palabra, con letras mayúsculas y bien grandes ponía CERRADO POR QUIEBRA.
No dábamos crédito a lo que estábamos viendo, si dos días antes había trabajando un montón de obreros, allí no había nadie en la obra y estaba todo paralizado.
lunes, 18 de octubre de 2010
DESPUES DE CASADO
Se lo dije a mi jefe y amigo Porfirio, porque con él no tenía secretos; él me dijo que si quería probar que lo hiciera, y que, si no me iba bien, que volviera que mi puesto lo tenía allí.
Comenzamos a hacer obras, le trabajamos a David Castejon haciendo chalet de lujo. Yo todavía estaba asegurado con mi jefe Porfirio, y todos los meses le abonaba el importe del seguro; y mi cuñado Paco hacía lo mismo con David Castejón.
A los pocos meses vimos que nos iba bien. Nos salieron más obras para hacer, pero obras directas para nosotros; como para hacer esas obras teníamos que contratar más personal, decidimos hacernos autónomos; pero eso no era suficiente, teníamos que hacer empresa.
viernes, 14 de mayo de 2010
UN DIA INOLVIDABLE
Le dije a mi mujer que Paco venía enseguida, me senté en la salita de estar mientras mi mujer paseaba por la casa. Como tenía tiempo de sobra, me puse a pensar y me vino a la memoria el día en que nos casamos, y me puse a hacer balance desde aquel día hasta el día en que me encontraba.
Tuve ocho días de vacaciones cuando me casé. Mi capital al día siguiente de casarme ascendía a cuatromil pesetas, porque se las había pedido prestadas a mi jefe a cuenta del sueldo del mes.
Total, que mi deuda en ese momento ascendía a cincuenta y cuatromil pesetas, cincuentamil de materiales y cuatromil a mi jefe, que se las había pedido prestadas para llevar algo por si se presentaba algun compromiso el día de la boda.
Los días que estuve de vacaciones los aproveché bien; en la finca que trabajaban mi padre y mi hermano José coloqué, en un muro de contencion que hice, más de sesenta metros cúbicos de piedra de cantera; así pues, ése fue mi descanso de las vacaciones.
Como mi esposa quedó embarazada muy pronto, yo tenía que hacer algo antes de que diera a luz, entonces pensé en la finca que compré de soltero para hacerme la casa.
Puse en venta la finca y la vendí, noventamil pesetas me dieron por ella, treinta y cincomil más de lo que me costó, pagué todo lo que debía y con el dinero restante me compré mi primer coche.
Llegó el comadrón y reconoció a mi esposa, era cerca de mediodía, y, a las dos de la tarde aproximadamente mi mujer dió a luz nuestro primer hijo y dió a luz en nuestra propia cama, y en mi presencia; se le puso de nombre Juan igual que su padre.
Así que, cuando nació mi hijo, mi mujer y yo teníamos de patrimonio una casa totalmente amueblada, una motocicleta marca BULTACO tipo mercurio 155, un coche marca RENAUT 4l usado, y un hijo, que era lo que más podíamos desear; a eso le agregábamos que yo tenía trabajo, un sueldo digno para poder vivir, y sin deber ni un céntimo.
domingo, 9 de mayo de 2010
LA BODA
A las cuatro y media salimos de la casa de mis padres y nos dirigimos hacia la casa de la novia, al Campo de la Matanza, y allí estaban esperándonos la novia y toda la familia, bueno casi toda. Mi hermano José, que era el padrino junto con su mujer, le entregó el ramo a la novia y subieron al taxi del Pepe de la Rosa. La madrina y yo montamos en un renault cuatro ele de mi amigo Porfirio, y salimos para Santomera.
Mi suegra no se vino a la iglesia con su hija, se quedó en su casa con todo el dolor de su corazón. Dijo que si su marido no iba, porque se había muerto su madre, ella tampoco iba. Mi sorpresa fue cuando pasamos por el puerto hacia Santomera, y vimos a mi suegro, que estaba con el ganado junto a la carretera viendo cómo pasábamos para celebrar la boda.
Como estaba previsto, a las cinco y media se celebró la boda. Cuando salimos de la iglesia todos los asistentes esperaban fuera para echarnos el tradicional arroz. Comenzaron a darnos la enhorabuena, y una de las que me la dió fue la nujer que me habia preguntado en el autobús, cuando veníamos de Murcia, que para quién era el ramo; cuando me vió se echó las manos a la cabeza y me dijo: "Juan, si no lo veo no me lo creo", y entonces yo me eché a reir y le dije: "¿no te lo creías, verdad Julia?", y ella, dándole a la cabeza, me dijo: "pues no, no me lo creía", y también se echó a reir.
Y sí fue mi boda, cargada de anécdotas. En casa de mis padres se hizo un poco de convite, y lo celebramos juntos las dos familias.
jueves, 6 de mayo de 2010
DIA DE MI BODA
martes, 4 de mayo de 2010
PREPARANDO PARA MI BODA
viernes, 30 de abril de 2010
ME ABRIO LA PUERTA
martes, 27 de abril de 2010
CUANDO MURIO EL SEÑOR
domingo, 18 de abril de 2010
UN SOLAR PARA MI CASA
MI PRIMER PRESTAMO BANCARIO
Cuando llegamos a Santomera me dijo: "para en la puerta del Banco Exterior De España, que tengo que hacer una cosa". Una vez que paré me dijo" "vente conmigo", me fui tras de él y entramos al banco, se dirigió a un empleado y le preguntó por el director, éste le dijo que estaba ocupado pero que le iba a avisar de que estaba allí. Poco tiempo pasó cuando se abrió la puerta del despacho y salieron dos hombres, uno se marchó y el otro se dirigió a nosotros, era el director, y, después de saludarnos, nos pidió que entráramos a su despacho; yo me quedé mirando como si aquello no fuera conmigo, pero el padre de mi amigo me dijo "pasa Juan", y así lo hice.
Una vez sentados, el dirctor le preguntó "tú dirás, Porfirio", porque tenía el mismo nombre que su hijo, y, ante mi asombro le dijo al director "Viriato, mira a ver el dinero que necesita este hombre y proporciónaselo"; el director, dirigiéndose a mi me dijo "tú dirás cuánto dinero necesitas, hasta dos millones me puedes pedir". Se me abrieron los ojos como platos y le contesté "yo sólo necesito treinta mil pesetas", y los dos se echaron a reir. Entonces el director me dijo: "vente el lunes para acá y te haré el préstamo, avalado por este señor, claro", y así lo hicimos.
Ese gesto de generosidad no se me olvidará mientras viva, porque gracias a él, y lo que para mí era lo más importante, es que lo hizo desinteresadamente.
A las dos semanas escrituramos el terreno en una notaría de Orihuela. Yo me llevé a mi padre porque me daba más seguridad de que las cosas se hacían bien. Cuando salimos de la notaría de hacer la compraventa, para celeabrarlo, nos fuimos a Torrevieja a comer.
Y así me hice de mi primer patrimonio a los veinticinco años.
domingo, 11 de abril de 2010
PENSANDO EN MI BODA
Un día estaba en el Siscar en casa de mi amigo Porfirio y se lo comenté a su padre; él me preguntó "¿el sitio es bueno?"; yo le dije que sí, y él me contestó "si el sitio es bueno, es barato para como está el precio de los terrenos. Como él sabía que yo no disponía del dinero total para comprarlo, me dijo el sábado por la mañana: "te vienes y me llevas en la moto para que yo vea el terreno". Y así lo hice; el sábado, sobre las diez de la mañana, cogí la moto, era la segunda moto que tenía, una Bultaco de 150 cc , me fui a su casa; él me estaba esperando, después de saludarnos, montó en la moto y nos fuimos.
martes, 6 de abril de 2010
PENSANDOLO BIEN
Asi pues, un buen día me presenté en la oficina y comuniqué mi despido de la empresa José Maria Jiménez Jiménez, conocido por JIMENEZ JUMILLA. Mucho se opusieron los jefes, pero yo, como escusa, les dije que me daba sueño conduciendo, y que eso era peligroso para mí y para la empresa. Y así volví otra vez al trabajo que no debí haber dejado nunca, porque era el que me gustaba de verdad y el que más entendía.
domingo, 21 de marzo de 2010
NUEVO TRABAJO
Pasaron más de quince meses desde que me licencié, cuando se presentó en mi casa un compañero de la mili, me ofreció la plaza de conductor que él tenía, porque se iba a dedicar a otra cosa; yo, como tenia ganas de conocer ese oficio, acepté su oferta y cambié la paleta que tenía por el volante.
El camión era un Avia de 3.500 kilos sin vasculante, y cargaba unas veces cemento y otras yeso o ladrillo; el caso es que tenía que mover yo solo más kilos en un día que en la construcción en un mes.
Un año tardé en darme cuenta de que el camión no me beneficiaba en nada, que lo que estaba haciendo era entorpecer mi carrera de la construcción, y, a parte, que con el camión trabajaba por la noche y por el día para ganar lo mismo que en la construcción.
viernes, 19 de marzo de 2010
DESPUES DE SEMANA SANTA
Cuando terminó el baile salieron en dirección a sus casas. Yo me sentía un poco desanimado y cogí la moto para marcharme, pero, antes de arrancar, pensé y me dije "¿es que ésta va a ser más cabezota que yo?", dejé la moto y salí tras de ella.
A diferencia de la vez anterior, las amigas la dejaron en el lateral; yo, aprovechando la ocasión, me puse junto a ella. A cualquier cosa que le decía ella me salía por los Cerros de Ubeda, parecía más despistada que una cabra en un pajar; como llevaban las capazas de la merienda, una de las veces que le hablé me dijo: "anda, ya que no te vuelves, por lo menos ayúdame a llevar la capaza.
Así lo hice y así empezó mi relacion con ella. Todos los fines de semana que venía de rebaje iba a verla. Empezamos a escribirnos cartas y terminamos siendo novios hasta el día en que nos casamos. Mi viaje al baile de la venta había dado su fruto.
Nos unimos en matrimonio el día tres de Mayo del año 1.969, y hasta el día de hoy (16-8-2.009) permanecemos unidos después de cuarenta años casados. Como en todo matrimonio tenemos nuestras discusiones y nuestras diferencias, pero, al final, nos acostamos juntos en la misma cama.
Analizando el sistema moderno, yo acabo por no entenderlo; antes una pareja se casaban y se entregaban en cuerpo y alma para el resto de sus dias, pero ahora no.
domingo, 14 de marzo de 2010
BUSCANDO NOVIA
Cuando terminó el baile cada uno se iba marchando para su casa; yo le dije a mi primo "espérame aquí que vuelvo enseguida"; me marché para acompañar a la chica en la que yo me había fijado, pero ella estaba entre sus amigas y yo no podía hablar con ella. Me huía como si yo fuera un bicho raro.
Cuando llegamos a su casa, se metieron tres chicas, y las otras, con dos mujeres mayores, siguieron camino adelante; y allí me quedé yo solo y a oscuras, porque no había luz eléctrica todavía en el Campo de la Matanza. Me volví por el camino de vuelta hacia el bar donde me esperaba mi primo; iba pensando que no había conseguido nada; pero después, pensándolo mejor, me dije, bueno, por lo menos sé dónde vive.
martes, 9 de marzo de 2010
MIS RELACIONES DE JOVEN CON AMIGAS Y AMIGOS
Pocos pueblos y ciudades nos quedaron sin recorrer en un radio de entre quince y veinte kilometros, como eran Abanilla, Fortuna, Monteagudo, Murcia, Beniaján, Alquerías, Beniel, Orihuela y vuelta a Santomera pasando por Rincón de Bonanza, la Aparecida, y el Siscar.
Hacíamos bailes en casas particulares a donde acudían chicas y chicos, bailábamos y nos divertíamos, incluso algunos de los amigos se echaron novia formal.
Durante mi servicio militar estuve cortejeando a una chica, incluso nos escribíamos cartas, pero no había un fondo serio de noviazgo, duró poco tiempo, y rompimos.
martes, 23 de febrero de 2010
MIS AMIGOS MAS INTIMOS
domingo, 21 de febrero de 2010
CAMBIO DE PUESTO
Allí pasé el resto, hasta cumplir los dos años de mili. Por cierto, fue el último reemplazo que hizo dos años de mili, el siguiente hizo solo dieciocho meses; así que, junto conmigo, se licenciaron dos reemplazos más.
Tuve tiempo suficiente como para hacer un curso de radio-transistores por correspondencia en mi tiempo libre y de sacarme el carnet de conducir de primera por lo civil, que me costó dos mil quinientas pesetas en el año 1.966. Pero lo que yo creía que iba a aprender en la marina de guerra española no lo aprendí; era nadar y salir en los barcos por altamar.
El veinticinco de Septiembre de 1.966, una semana antes de cumplir los dos años de mili, nos licenciaron. El subteniente que nos pagó, cuando me tocó a mí, me dió la enhorabuena y me dijo "has salido para la policía nacional, dentro de un mes te tienes que presentar en Madrid"; yo me quedé mirandolo y le dije "pero si yo no he solicitado nada"; él me contestó "tú eres tirador de primera y por eso has sido elegido", "¿pero es obligatorio?" le pregunté, él me contestó "otros quisieran poder tener ese previlegio", "pues yo no, señor, y, si es posible, la renuncia la hago ahora mismo". Me miró y me dijo "sí claro", y sacó una hoja, la rellenó y se la firmé, y allí terminó mi etapa del servicio militar.
domingo, 14 de febrero de 2010
UNA MILI LARGA
Como aquel trabajo me ponía a veces en ciertos apuros, hablé con mi superior y se lo dije; él lo comprendió y me dijo que aguantara los tres meses, y que, después, me buscaría un buen destino; y así fue.
viernes, 12 de febrero de 2010
SERVICIO MILITAR
A mí me vino una idea, como no tenía graduado escolar, si me apuntaba tenía la posibilidad de tenerlo, y así lo hice. Con lo que no contaba yo era con que los que no se apuntaban salían de paseo por las tardes y los que nos apuntamos teníamos que dar las clases por las tardes.
El primer día en que empezamos las clases me dan la primera sorpresa, me dan la cartilla de la A E I O U; me quedo mirando al cabo y le digo, "mi cabo, esto me lo dieron a mí cuando tenía seis años, y ya me lo sabía". El cabo me contestó: "entonces tú no eres analfabeto, para qué te has apuntado"; yo le contesté: "porque yo creía que toda persona que no tuviera el graduado escolar era un analfabeto".
El cabo llamó al sargento y le explicó el caso, y el sargento llamó al cura, que era el que enseñaba la religión, y se lo dijo; el cura me llamó aparte. Cuando lo vi pensé, anda, que si veo a este hombre por la calle, voy a pensar que es cura vestido de militar como va, porque era un teniente sin sotana. Me dijo, siéntate; me senté frente a él y me dijo: "cómo te llamas", "Juan" le contesté. "Bien Juan, cómo andas de doctrina", miré al cura y le dije: "pregúnteme, teniente". Empezó a preguntarme y yo a contestarle; me preguntó todo el catecismo, al cual le contesté correctamente. Se levantó, me dió la mano y me dijo: "Juan, tú no eres analfabeto, hijo, te tomaré el nombre y los apellidos y cuando hagamos los exámenes te llamaremos para que vengas a hacerlos.
Y así fue, a los siete meses me llamaron para examinarme, y de más de setenta que estábamos, saqué el número dos, y así obtuve el graduado escolar, que entonces se llamaba Certificado de Estudios Primarios.
jueves, 4 de febrero de 2010
ALTO RIN
Estuve de pruebas en distintos puestos de la obra, primero colocando ventanas, después amaestreando y enluciendo paredes con mortero de cemento, y, la última prueba, colocando ladrillo en tabiquerías. A medio día el encargado de la obra me dijo que las pruebas habían terminado, me dio un papel y me mandó a la oficina.
En la oficina entregué el papel al oficinista y este me dijo que me esperara un momento. Me senté en una silla y esperé. Poco tardaron en llamarme, entré a un despacho, me tomaron toda la afiliación y me hicieron el contrato. Acto seguido lo firmé, y me mandaron a la policía para que me hicieran el carnet de identidad, y, una vez recogido, me mandaron a Milus para que me hicieran el reconocimiento medico.
En una de las obras que tenía la enpresa tuvimos que improvisarnos en el entresuelo una habitacion para los tres. Compramos un hornillo eléctrico para hacernos la comida y la cena y nos instalamos una luz y un enchufe en la habitación, y allí mismo cocinábamos.
Poco mas de cinco meses estuve trabajando en la empresa, pues ya les había advertido que tenía que volver a España para hacer el servico militar. El encargado de la obra, que se llevaba muy bien conmigo, me dijo que podía seguir trabajando en Francia y no hacer la mili, pero yo le contesté que la mili los españoles la hacíamos en España, y yo me venía para hacerla.
Cuando llegamos a mi casa mi hermano y yo, a mi madre le entregué el dinero que había traído. Treinta y dos mil pesetas; ya me podía ir tranquilo a la mili, sabiendo que ni mis padres ni yo pasaríamos falta de dinero mientras estuviera haciendo el servicio militar. Mi madre me dijo que el dinero me lo guardaría y que, si no era por una emergencia, que no lo tocaría. Yo seguí trabajando hasta que ingresé en el servicio militar.
1.964 SALIDA A FRANCIA
Hablé con mi hermano José, que el año anterior había estado en Francia, en la construcción, y me dijo que allí se necesitaban oficiales, pero que no había que esperar contrato porque el año anterior la empresa mandó muchos contratos para oficiales y, de los que fueron, la mayoría eran peones; por eso no se fiaban.
Mi hermano escribió a la empresa, y ésta le contestó que, si queríamos trabajar, que nos fuéramos sin contrato y, una vez allí, nos harían las pruebas de oficial y si eran buenas nos darían el contrato.
martes, 2 de febrero de 2010
ALEMANIA III
El importe de mi trabajo ya tenía destino; mi otra hermana, la menor, mi Isabel se casaba el año próximo, pero el gasto de la boda estaba cubierto. Se casó el día catorce de Marzo de 1.964. En mi casa quedamos mis padres y yo con la alegría de haber casado a mi hermana, y con la tristeza de que se había marchado de casa para siempre.
Yo empecé a calcular la situación económica de mi casa y el futuro que teníamos por delante mis padres y yo. Ese mismo año me tenía que incorporar al servicio militar y mis padres se quedaban solos durante dos años.
lunes, 1 de febrero de 2010
ALEMANIA II
viernes, 29 de enero de 2010
AÑO 1.963 - EMIGRO A ALEMANIA
El día cinco de junio, junto con otros tres compañeros, entre ellos el novio de mi hermana Isabel, partimos desde la estación del Carmen de Murcia. Fue un viaje largo y duro. Salimos en dirección a Madrid; de allí partimos hacia Irún, cruzamos la frontera de Francia y seguimos hasta llegar a Colonia. Bajamos del tren y, como si fuéramos ovejas, nos guiaron hasta un lugar que por sus trazas parecía una universidad. Los jóvenes alumnos, tendidos sobre el césped, se reían, no puedo asegurar si era de nosotros o de la forma en que íbamos. Nos sentamos en el comedor y nos pusieron de comer arroz a la cubana y, de postre, una naranja.
Subimos al tren a media tarde, y a las dos de la madrugada del día ocho llegamos a la estación de Hannover. No había nadie esperándonos, ni gente en los andenes, y nosotros, con las maletas puestas sobre el andén, mirábamos cómo se perdía el tren en la lejanía. En ese momento me embargaron la angustia y la tristeza; me acordé entonces de mis padres, de mis hermanos, de mi pueblo, de Murcia y de mi España; pero no me pasaba sólo a mí, todos pensábamos lo mismo, porque de pronto escuchamos la voz del novio de mi hermana que decía "si no me tomaran por loco cogía la maleta y me iba a mi casa andando por toda la vía".
lunes, 25 de enero de 2010
VENDIMIA II
Mi hermano habló con el encargado de la finca para ver si yo podía trabajar en ella. El encargado habló con el dueño y éste le dijo que sí; la finca era muy grande y quedaba mucha uva por cortar, las lluvias habían comenzado y la uva empezaba a deteriorarse. Tuve que presentar mis papeles, en los que aparecía como porteador, o sea para sacar la uva que los otros cortaban; y así mismo seguí en esa finca.
Cuando se terminó la campaña y nos pagaron, después de hacer el recuento de lo que habíamos cobrado y lo que habíamos pagado por la comida, el resultado fue el siguiente: a mi hermano le habían quedado cuatro mil pesetas aproximadamente, y a mí, unas siete mil. Pensé yo que la diferencia entre lo que nos había quedado al uno y al otro era demasiado grande; su trabajo había sido cortando y el mío, sacando la uva hasta donde estaban los carros. Mi hermano estaba casado y con un hijo, y yo estaba soltero; la diferencia de situación entre los dos era bastante considerable, a él le hacía falta el dinero, pero a mis padres también les hacía falta para pagar cosas pendientes de atrás.
Me puse a pensar y llegué a una conclusión, le daría a mi hermano mil pesetas, que junto con las cuatro mil sumarían cinco mil, y yo, que había ganado siete mil, llevaría a mi casa seis mil. Así no habría esa diferencia tan grande. Se lo expuse a mi hermano y él me contestó: "tú haz lo que quieras, el dinero es tuyo"; y así lo hice, pero le puse una condición, que mis padres no se enteraran de que le había dado mil pesetas. El aceptó y así se hizo. Pero, pasado algun tiempo, a mi hermano le remordía la conciencia de no haber dicho a mis padres aquello que yo le puse como condición y un buen día se lo dijo a los dos, y todo quedó en risas entre todos.
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